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La religión difiere de una cultura a otra. Así, la religión japonesa se compone de varios dioses. Cada una de estas deidades tiene un papel específico en la cultura japonesa. Descubra en el siguiente artículo, algunas de estas deidades.
Komainu, guardián de los templos
El Komainu es una deidad que siempre se erige a la entrada de los lugares sagrados. Por lo tanto, su función es garantizar la protección de los lugares contra todos los espíritus malévolos. En estos lugares sagrados, para que la protección sea efectiva, se representan dos Komainu. Esta divinidad se representa en forma de león japonés.
Inugami, dios de la fortuna
La deidad Inugami es un dios que desempeña el papel de guardián. Este dios se representa en forma de perro. Esto le permite desempeñar bien su papel de guardián. Además, es un dios que ofrece el éxito. Es decir, con esta deidad, el éxito, la suerte y la felicidad están garantizados. Por ello, se le llama dios de la fortuna.
Ebisu, dios de los pescadores
El dios más venerado por los pescadores en Japón es Ebisu. Esto le valió el nombre de dios de los pescadores. Esta deidad es uno de los dioses de la fortuna, ya que son siete. También se le considera el hijo mayor de Izanami e Izanagi. Es el dios de la prosperidad y la riqueza en los negocios. Su representación tiene la forma de un pescador con sombrero. El pescador sostiene una caña de pescar y un gran pez en su mano derecha. El tamaño de los peces se refiere a la abundancia.
Takekazuchi
Takekazuchi es un dios que se toma como guardián de Namazu. Este dios es muy importante para los japoneses. Porque evita que la tierra tiemble. Por eso, es necesario mantenerlo bien. Así, no se enfadará y provocará un terremoto.
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